El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se reunió ayer con los representantes de los autónomos para dirimir las prestaciones que cubrirán a este colectivo una vez venzan las medidas actuales, que caducan el día 30 de este mes. De momento, las conversaciones han dejado a un lado otras propuestas del Gobierno como la constitución de un nuevo sistema para acercar las cotizaciones a «los ingresos reales» de los trabajadores por cuenta propia.
Las fuentes de las asociaciones presentes, ATA, UPTA y UATAE, reconocen «voluntad» por parte del Departamento de Escrivá para encontrar soluciones, aunque de momento sólo hay un punto consensuado: la prórroga que se acuerde alcanzaría hasta el 31 de diciembre, tres meses más hasta final de año, con la esperanza de que la actividad económica cobre cierto impulso en en 2021.
Desde ATA, por ejemplo, se aboga por la recuperación de las medidas extraordinarias que se mantuvieron hasta el 1 de julio, una prestación equivalente al 70% de la base reguladora. En caso de que la prestación no fuese ésa, sino la aplicada posteriormente, en los meses de verano, esta asociación reclama que no se deje fuera a quien cotice con algún tipo de tarifa plana, acumule menos de un año como autónomo o desarrolle su labor en pluriactividad. UPTA y UATAE incidieron en esos mismos factores.
Además, ATA pide que el contador del tiempo de paro quede en cero, un reloj que comenzó a correr el pasado julio con la primera prórroga de las medidas. La cuarentena por contagio en el entorno laboral también supone un frente a resolver, como ocurre en paralelo con las dudas planteadas por los progenitores de niños que no hayan dado positivo en un test pero tengan que recluirse.
«Desde el inicio de la crisis, cerca de 1,5 millones de autónomos han recibido la prestación extraordinaria por cese de actividad, que suponía una cuantía mínima de 660 euros al mes y la exoneración temporal de cotizaciones sociales», recordaban ayer desde el Ministerio: «Estos trabajadores, desde el 31 de julio, se han beneficiado además de una exoneración de sus cuotas del 100% en julio, el 50% en agosto y el 25% en septiembre».
La prestación extraordinaria por cese de actividad, que finalizó su aplicación al terminar junio, dio paso al cese ordinario recogido por ley para posibilitar se posibilitó el acceso al cese ordinario siempre que se acreditara que la facturación había caído un 75% interanual. Estas condiciones vencen a finales de este mes y no han convencido en el colectivo de los trabajadores por cuenta propia, ya que sólo 143.000 trabajadores se han beneficiado de las mismas.