Empresarios consultados por elEconomista han mostrado preocupación por la exigencia de mantener del empleo en el nuevo Mecanismo de Sostenibilidad del Empleo (MSE) que se negocia en la mesa de la reforma laboral. Además, consideran que este nuevo mecanismo no está recibiendo la suficiente atención por parte de los negociadores. Fuentes de los agentes sociales adelantan a este diario que este punto será analizado en la próxima reunión del miércoles 10 de noviembre y matizan que quedan muchos aspectos por desarrollar.
El mecanismo, similar a los actuales Ertes, permitirá que las empresas puedan reducir la jornada de los trabajadores que presten servicios en cada uno de sus centros de trabajo con la finalidad de salvaguardar el empleo o mejorar la empleabilidad de los empleados
El último borrador presentado por el Ministerio de Trabajo, del 11 de octubre, modifica el fondo del nuevo modelo de este mecanismo similar al «Erte» respecto a la anterior propuesta del 14 de julio. Entre los cambios se incluyen matices en lo referente a la obligación del mantenimiento del empleo. Así, en el texto del 14 de julio se exigía que cualquier empresa que desee acceder al MSE estará obligada a asumir un «compromiso de mantenimiento del empleo respecto de las personas trabajadoras afectadas por la misma».
En la nueva propuesta, actualmente bajo debate, el mantenimiento del empleo ya no será para todas las empresas que se acojan al MSE, sino para aquellas que quieran disfrutar de beneficios en materia de cotización. En el caso de que aspiren a reducciones en la cotización, la nueva propuesta exige el cumplimiento de tres obligaciones.
En primer lugar, el mantenimiento del empleo de las personas afectadas por el MSE durante los seis meses siguientes a la finalización del periodo de referencia de aplicación del mecanismo. Matiza, frente al borrador anterior, el plazo de seis meses, antes sin precisar.
La segunda obligación es el desarrollo de acciones formativas de una duración mínima -a definir reglamentariamente- en función del número de personas de plantilla y, en tercer lugar, en ciertos supuestos la obligación de recolocar a un porcentaje mínimo del total de personas afectadas por el MSE, que será del 20% o superior si se determina en la negociación colectiva.
El borrador precisa que las características y requisitos del compromiso de mantenimiento del empleo, de las acciones formativas y de la obligación de recolección, así como las consecuencias que de su incumplimiento se sigan, serán objeto de desarrollo reglamentario. Algo que los negociadores prefieren fijar previamente antes de cerrar la negociación de la reforma laboral.
Cambio de las causas
Aunque el cambio de mayor calado es el objetivo del MSE. Hasta el 11 de octubre, estaba pensado para reducir la jornada cuando, por razones de carácter imprevisible, ajenas a la voluntad empresarial, cualquiera que fuese la causa, impidan o limiten el desarrollo normalizado de la actividad.
En la nueva redacción se abandona la idea de las razones imprevisibles y se abren tres supuestos: las causas económicas, técnicas y organizativos o de producción definidos actualmente en el artículo 47.1 del ET; por necesidades de recualificación de los trabajadores afectados para garantizar su empleo en la propia empresa; y, por último, por procesos de transición profesional de los trabajadores hacia empleos en otras empresas o sectores. La obligación de recolocación el 20% se refiere a este último tipo de MSE.
En la nueva propuesta se amplía de 7 a 15 días el periodo de consultas entre la empresa y la representación de la plantilla. A tal fin, se creará una comisión negociadora con un máximo de siete miembros por cada parte.
Un Fondo con dinero comunitario
El Gobierno ha propuesto la creación de un Fondo para financiar los futuros Mecanismos de Sostenibilidad del Empleo (MSE). Se nutrirá cada año con el excedente obtenido por el Sepe por los ingresos de las cotizaciones tras abonar las prestaciones por desempleo. Además, se dotará de recursos de la actualización del Sistema de la Seguridad social. Pero, en el corto plazo, Trabajo propone dotarlo de fondos comunitarios procedentes del Sure (créditos blandos) y del propio Fondo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). Y, finalmente, obtendrá dinero de un seguro o reaseguro de desempleo que en el futuro se pueda crear en la Unión Europea, una idea que se está barajando en el seno de la Comisión Europea (CE).