El Programa de Incentivo al Vehículo Eficiente, conocido popularmente como Plan PIVE, supuso un antes y un después para el sector del automóvil en España en plena crisis. Allá por 2012, las ventas de coches nuevos en España atravesaban un profundo bache y el Gobierno, a través del Ministerio de Industria que entonces dirigía José Manuel Soria, diseñó un plan de ayudas a la compra. El programa, además de animar a un sector en apuros, ayudó a rejuvenecer el parque automovilístico español, que según los expertos es uno de los factores que más influye en la seguridad vial.
Porque el Gobierno ha comunicado a instancias de la oposición que, hace ya algunas semanas, la Agencia Tributaria comenzó a notificar a 130.527 españoles, entre ellos 4.152 aragoneses, que no habían incluido las ayudas del PIVE en sus correspondientes declaraciones de IRPF y ahora debían cumplir con sus deberes tributarios. Según el PSOE, cuyos diputados han solicitado esta información, la Agencia Tributaria está reclamando a estos ciudadanos «una media de 300 euros».
Hacienda no ha confirmado cantidades de dinero en ningún momento y se ha limitado a explicar al partido de la oposición que en estas notificaciones propone a los obligados tributarios realizar una declaración complementaria a la del año en el que se benefició del plan. Si no lo hacen, añade, estas personas se enfrentan a la apertura de un expediente sancionador, aunque la Agencia Tributaria no ha ofrecido cifras de estas posibles sanciones porque «dado que hay que hacer una valoración individual de cada caso» no se dispone de datos cerrados.
La inclusión de las ayudas del PIVE en la declaración de la Renta es una cuestión que viene de largo. Cuando el Gobierno anunció el plan en 2012, la tributación de estas ayudas quedó en un segundo plano y solo con el paso de los meses la cuestión salió a la luz, aunque muchos ciudadanos que se acogieron a alguno de los planes sigue desconociendo que las tienen que declarar. Por ello, Hacienda parece haber asumido que se trata de una cuestión de desconocimiento y no de mala fe y no es esta la primera vez que notifica por carta la necesidad de corregir las declaraciones de la Renta de años pasados.
De acuerdo con la información facilitada por el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), el plan PIVE debe declararse en la casilla referentes a otras ganancias imputables no derivadas de transmisión patrimonial. El contribuyente debe declarar la mitad de la cuantía total de la ayuda recibida (en los primeros años fue de 2.000 euros y después bajó hasta los 1.500) porque este porcentaje de la subvención es el que le correspondía poner al Estado, por tanto salía de las arcas públicas.
A modo de ejemplo, Gestha facilitó hace meses un cálculo del impacto fiscal con un contribuyente con un tramo de rentas comprendido entre los 20.200 y 34.000 euros brutos anuales. Según los técnicos de Hacienda, esta persona debería tributar alrededor de 232,50 euros, mientras que otro que supere los 60.000 euros estaría obligado a tributar una cantidad que rondaría los 352,50 euros. En resumidas cuentas, a mayor nivel de renta del declarante, mayor tributación por acogerse por al Plan Pive.
En este sentido hay que tener en cuenta que las ayudas del Plan Pive se doblaron para las familias numerosas y con discapacitados a cargo que necesitasen un vehículo adaptado, lo que supone mayor consignación en su declaración, aunque los porcentajes en la escala de gravamen se mantienen.
El Plan PIVE 8, el último que se lanzó, fue dotado por el Gobierno con 225 millones de euros, de los cuales 69 podrían retornar a las arcas públicas a través de la declaración de IRPF de los contribuyentes, según Gestha.
(Fuente: heraldo de ARagon(